miércoles, 20 de junio de 2012

De miusic is mai laif...

Todavía rondan por mi cabeza las primeras sensaciones que generaban dudas sobre cómo sería mi nueva vida. No el principal, pero si muy importante era el de poder seguir haciendo música.

La lógica decía que no iba a haber mayores problemas. Había que probarlo. Mucho tiempo conviví con esa espera hasta que un día me decidí a enfrentar el problema. La guitarra, en el hospital, no parecía encajar como escenografía. Los primeros intentos no fueron buenos. No por los brazos y manos. El problema era el equilibrio en la silla. Mi poca estabilidad iba atrás en la carrera. Busqué ayuda y opciones pero tampoco quise forzar el encuentro de una solución inmediata. No me gustaba mucho que me viesen ensayar. Era imposible estar solo mucho tiempo. Y además todo me hacía ver que estos intentos era mejor que los hiciese en casa y con tranquilidad.

Una nueva época estaba llegando. Podía plantearme hacer cosas con tiempo y sin prisas. Muy raro en mí.

Ya ubicado en casa y con el estudio armado, continué con los intentos. Sobre todo con la guitarra criolla. Instrumento base de mi andadura musical.

La sonoridad que lograba arqueando el cuerpo como si abrazase la guitarra criolla no la pude volver a conseguir. Estaba lejos de lograr el sonido profundo y cristalino a la vez que me embelesaba en las épocas de estudio y ensayo. Aún no consigo sentirme pleno. No sé si lograré volver a sentirlo. Quizá el tiempo me ayude a reeducar un poco más el cuerpo para esta tarea.

También resigné el uso de ciertos instrumentos de percusión. Los bongós entre las piernas mientras acariciaba parches de congas, tumbas y platos ya son historia.

Quedaba la electrónica. Con la eléctrica y el bajo no encontré problemas. La postura no es la glamourosa de esos intérpretes con la guitarra colgada bien baja haciendo movimientos que acompañan al solo o al riff de turno. Es más bien todo lo contrario. La correa bien cortita, instrumento pegadito al pecho y sentadito no es la imagen del rockstar de turno. Pero, bien. Está bien.

Con los teclados no tengo mayores problemas. Salvo los que ya tenía antes y a los que ahora quiero superar estudiando para depurar la técnica y ampliar el control.

Con la aparatología informática, todo bien. Un nueva compu (ordenador), nueva interfaz de audio, actualización de soft y un nuevo espíritu para usarlos. Ahí, todo perfecto.

La composición nunca fue mi fuerte. Pero en el hospital tuve algunos momentos de inspiración y claridad. Surgieron algunas letras y algunos conceptos con los que estoy trabajando en estos momentos. Mi idea, ahora, es la de plasmarlos en algunos demos. Independientemente de mi colaboración en el grupo “El ladrón de cascabeles”.

Aquí les dejo mi primera grabación de esta época para que escuchen. La letra expresa la primera impresión que tuve cuando desperté de la ensoñación del accidente. Habla de lo que debería haber visto y lo que realmente ví.

Al Salir

(Hacé click en el título para escucharlo en Soundcloud)

Qué hay de la luz en el túnel?
No sé, yo solo vi tu amor.
Qué hay de ver desde las nubes
No se, yo solo vuelo en vos.
Dejé de chapotear en el barro para así nadar en el mar

Qué hay de la vida en mil fotos?
No sé, yo solo vi tu amor.
Qué hay que todos te reciban?
No se, hoy me esperabas vos
No voy a mirar más al suelo, confío en que tu azul me guiará
Meterme en tu estrofa y saber como será mi vida en el más acá.

Horacio Novello - iAXE629 MetAlien - bajo fretless - voz
Ricard "Huxflux" Nettermalm - Batería by SD2

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No conseguí escucharte pero me alegro que sigas haciendo música aunque no sea como antes ni asir la guitarra del mismo modo. Espero oirlo. No se si es que es muy tarde y no atino porque estoy cansada. Mañana será otro día, lo itentaré de nuevo. Gracias por compartir. MªÁngeles

horacio novello dijo...

Dale Mariángeles, intentalo. Escuchá y sumerjite en el Rock & Roll !!!!

Muchas gracias a vos por ser siempre tan atenta conmigo.

MªÁngeles dijo...

Ya, ya lo oí ¡estupendo! es que no me daba cuenta que el título era "Al salir"