miércoles, 29 de febrero de 2012

Yo también visité al Doctor Amor


Ya faltaba poco para mi alta. Una mañana un celador me avisa que el doctor responsable de la unidad de sexología quería verme. En realidad no me lo dijo tan así. Sus palabras exactas fueron: “Horacio, te quiere ver el Doctor Amor. A ver si puedes ir hoy a las 11:00”.

Doctor Amor. No era la primera vez que escuchaba esa referencia a este médico. Recuerdo que la primera vez fue charlando con otro celador sobre cómo nos podía ayudar la unidad de rehabilitación sexual y reproducción asistida a los lesionados. Era una referencia más que obligatoria para cualquier paciente sexualmente activo el tratar de ver cómo se podía retomar esta fase de la vida luego de una lesión medular. Además también se pueden comenzar tratamientos de fertilización asistida en caso de necesidad. Hace también referencia la Dra. María Ángeles Pozuelo en su blog sobre este departamento. Ver post “Doctor Amor”

Unidad de rehabilitación sexual y reproducción asistida
dirigida por el Dr. Sánchez Ramos (el Dr. Amor)
Dejando ya después un poco de lado la seriedad del tema que comenzamos a charlar el celador me dice: “Pero ten cuidado. Vas a ver cuando entras al despacho un montón de fotos de chavalitos pequeños”. Me parecía lógico que en un lugar donde se ayudaba a la concepción, los padres agradecidos, le regalaban una foto del hijo al doctor le respondí. “Si, si, está bien… pero fíjate que todos los niños de las fotos  se parecen un poco al Doctor Amor. Ten cuidado cuando te diga que es necesario que venga tu esposa al tratamiento”. Las carcajadas se podían escuchar por todo el piso de la 2da. NE. Por ese motivo cuando ahora me estaban avisando que el “Doctor Amor” quería verme yo respondí “¿y a mi solo?”

Yo ya había estado en la consulta y había finalizado el tratamiento. Ya tenía el alta correspondiente. Supuse que necesitaban algún papel o alguna firma.
Nada de eso. Cuando me presenté puntualmente, me estaban invitando nuevamente a participar de un estudio. En forma muy cortés y amable el doctor me decía que por el tipo de lesión que yo tenía, sería un elemento muy útil para un estudio. Esta vez sobre sexología.
Me explicó lo que haría y cómo. Se realizaría en tres días. Además me volverían a realizar antes y después del estudio casi los mismos test que me habían realizado para el anterior que había hecho (ver mi post “Una experiencia electroestimulante” ).

Por supuesto que acepté nuevamente y muy intrigado en ver cómo sería en la práctica lo que me había explicado en la teoría. Por motivos de pudor y respeto a los menores que pudiesen estar leyendo este post, no voy a describir el estudio. Ya imaginarán un poco. Lo que sí les puedo contar es que me divertí y disfruté bastante.

Cuando volví a la planta, me crucé con el grupo de celadores que me estaban esperando. “¿Y? ¿Qué te ha dicho el Doctor Amor? Yo les respondí: “Como ustedes saben, en Buenos Aires existe la calle más larga del mundo. La Avenida Rivadavia. También tenemos la vía más ancha del mundo. La Avenida 9 de Julio. Simplemente el Doctor Amor quiere hacerme el estudio para confirmar que los argentinos tenemos la más larga y la más ancha.”

2 comentarios:

MªÁngeles dijo...

Ya vemos como un poco de humor es muy saludable. A mí, éste último, también me ha sacado una sonrisa, como otros Post tuyos, Horacio. Me gustaría que lo leyeran algunos de esos profesionales tan implicados y con los que compartíste momentos duros haciéndotelos más llevaderos.
Gracias en nombre de tantos a los que harás sonreir y aprender a valorar lo que tienen porque ya dije en una ocasión : "el precio de las cosas, está en la falta de ellas".
Gracias por el enlace al blog.

Anónimo dijo...

Es admirable el sentido del humor con el que afrontas las cosas.
He leido todo tu blog, me gusta, por lo que aprovecho para darte las gracias por llevarlo a cabo.
Tambien he leido afrontando la lesion medular, pero no puedo escribir comentarios alli, a pesar de haberlo intentado varias veces.
Un saludo, Marisa