miércoles, 14 de marzo de 2012

El sexo como excusa


Coincidíamos casi todas las semanas en el despacho de la Dra. María Ángeles Pozuelo, responsable del área de psicología clínica del hospital. La excusa eran las charlas sobre sexualidad. Tema que nos preocupaba realmente. Muchos no sabíamos a qué atenernos y cómo enfrentar una realidad que a todos los lesionados no nos toca de igual forma. 

A veces se invitaba a nuestras parejas. Había temas en común que así lo requería. Otras solamente a los afectados. En nuestro grupo no había mujeres lesionadas que hubieran podido aportar más información y otros puntos de vista. Luego cuando se formaba otro grupo más heterogéneo la doctora nos juntaba para enriquecer. Muchas reuniones ese despacho parecía un parking con overbooking. Sillas grandes, eléctricas, parapléjicos, tetrapléjicos, bastones, sistemas de respiración asistida y demás conglomerado de gente con sus realidades que buscaba profundizar en las "artes amatorias". 

María Ángeles nos daba datos, bibliografía, charlas, vídeos y mucho material sobre cómo los lesionados medulares podían seguir desarrollando su sexualidad. Hasta alguna vez uno de nosotros se atrevió a iniciarnos en el conocimiento del sexo tántrico. Era mucha la diversidad de edades y situaciones. También era muy rico compartir con gente que tenía otra nacionalidad y otra cultura. Creo que a muchos nos dio un nuevo horizonte de crecimiento y a otros les dio razones para pensar que el sexo era incompleto incluso antes de la lesión. 

Antes mencionaba la palabra excusa. Y creo que era así. También nosotros aprovechábamos para intentar aclarar un mundo de dudas que al compartirlas nos revelaba que no estábamos solos. No había otro espacio similar para juntarnos de esa forma y compartir. Dolores, síntomas, cómo hacer, a quién recurrir, muchas dudas. 

La doctora nos daba también información de otras experiencias. De gente que ya hacía años que había superado los mismos interrogantes que nosotros nos hacíamos ahora. Nos contaba casos que relativizaban nuestro pánico y nos ayudaba para enfrentar el nuestro. En los jardines, en los bares, en los pasillos, las rampas y hasta en el gimnasio nos encontrábamos y charlábamos los lesionados. Pero este lugar era el único donde existía una contención que no solo nos protegía de las distracciones y ayudaba por la privacidad sino que también nos sentíamos conducidos profesionalmente.

7 comentarios:

MªÁngeles dijo...

¡Qué buenos recuerdos de este Grupo! En estos Programas nos enriquecemos todos, yo la primera. Gracias por esta entrada. Me alegro que te haya aportado algo y que el "sexo" haya servido de excusa para abordar temas y resolver dudas.

No siempre están receptivos los pacientes. Tú le has sacado partido a todo por tu manera de ser y nivel de colaboración pero la gente es reacia a acudir a nuestra Unidad. El sexo suele interesar pero no todos tienen constancia en el Programa y muchos abandonan o tienen que dejar de acudir porque hay otras actividades más prioritarias (las físicas) que se solapan con nuestras consultas.

Yo les digo siempre que cuando intervenimos a veces no es el momento más adecuado porque al principio uno está en otras cosas y tiene otras prioridades o preocupaciones, pero insisto porque a lo largo de mi trayectoria profesional he visto el resultado satifactorio de estas intervenciones. Ahí queda y luego se echa mano de lo aprendido e interiorizado cuando hace falta.

Anónimo dijo...

Es dificil hacer algún comentario para los que no tenemos ninguna lesión medular. Sólo quiero mostrarte mi alegría por cada reto que superas, cada actividad que disfrutas, cada logro que describes,... es una satisfación para los que te leemos y estoy convencido que también un motivo de esperanza y una ayuda para los que tengan que vivir una situación pareja a la tuya.
Un abrazo desde Galicia.

horacio novello dijo...

Mariángeles, vos sabés lo que yo pienso del tema. También medianamente conozco (menos que medianamente) la idiosincracia y el pensamiento general del español de pueblo con respecto a la psicología. Por eso creo que tenés doble trabajo. Te aliento y te seguiré alentando.

Y seguiré repitiendo que la fuerza y el desborde físico no son nada sin equilibrio entre la razón y la acción.

horacio novello dijo...

Anónimo, creo saber quién sos. Pero como no se si querés mantener el anonimato te llamo afectuosamente Anónimo.
No es necesario tener o conocer lo que es la lesión medular para poder opinar o inclusive criticar cualquiera de mis posturas de mis recuerdos. Te invito a hacerlo sin ningún problema.

Por otro lado me alegro mucho que te alegres por mí. Porque soy feliz y me hace feliz recordar momentos que si bien fueron difíciles eran necesarios.
Y por supuesto que me alegraría mucho más saber que esto pueda ayudar a quien sea y como sea.

Un abrazo enorme para vos. O mejor dicho para ustedes.

Anónimo dijo...

Me llama la atención que solo sean hombres.
Las mujeres no van a esas terapias??

horacio novello dijo...

Si, claro que van. El problema en el grupo que me tocó y como se aprecia en las fotos, fue que en ese momento no había mujeres en el hospital. Recuerdo que cuando se comenzaba a formar el siguiente grupo ya había dos. Era uno de los comentarios que hacíamos entre todos. Nos hubiera gustado compartir la visión desde el otro sexo.

MªÁngeles dijo...

Cuesta mucho motivar a los pacientes para la rehabilitación psicosexual no porque no les interese sino porque en la primera etapa de la rehabilitación no es una prioridad. Después, fuera del Hospital van a verse muy perdidos sino se aborda intrahospitalariamente, de ahí el insistir. Mujeres hay pocas porque están en menor proporción representadas e ingresadas en el Hospital, como bien dice Horacio. Ahora tengo bastantes aunque suelen estar más retraídas al respecto y, aunque cueste creerlo, cuanto más jóvenes, peor. He tenido mujeres de más de 60 en los grupos superactivas y mujeres entre 18-20 años pasivas.

También hay que tener otro factor en cuenta y es el que es mas fácil que pierda la pareja una mujer tras la lesión que un hombre y, en esta circunstancia, están poco motivadas por pensar en sexo en ese momento como es natural.