viernes, 20 de enero de 2012

¿Alguna pregunta?


Un día pasó la supervisora de la planta con un fajo de folletos. Pasó por todas las habitaciones y entregó uno a cada uno de los pacientes. Era la invitación a unas charlas formativas sobre educación para la salud. Estaban dirigidas a familiares, pacientes y cuidadores sobre distintos temas relacionados con lesiones medulares. El folleto describía la temática día por día y quién la impartiría. Las organizaba la Jefe de Enfermeras. Por supuesto que no eran obligatorias.

El lugar era muy agradable. Había una reubicación de sillas y daban  lugar a los que asistían con sillas de ruedas. Al frente un escritorio, de fondo una pantalla y al costado un ordenador al que cada vez que llegábamos estaban alimentando para "actuar" con un pendrive. Cada día venía una persona o un grupo de responsables con autoridad en el tema. La organizadora presentaba el argumento del día y a sus expositores. Terminaba la charla y ella la cerraba. Las técnicas de las disertaciones variaban de acuerdo a las características de los que las exponían y por supuesto a lo que requería el contenido. Pero todos coincidían en explicar pantallas de Power Point. Algunos matizando y desarrollando, otros simplemente leyéndolas. Esto último resultaba francamente aburrido. Todas terminaban con la consabida pregunta. “¿Alguien tiene alguna duda? ¿Alguien tiene una pregunta?”. Por supuesto que si.

Algunas disertaciones podrían haber sido más puntuales y menos generales. Otras con alguna técnica un poco más participativa. En síntesis, el objetivo era informar y formar en algunos casos pero con la intensidad equiparable a una introducción al tema. Dependía de la audiencia lo demás.

Coincidían todos los que exponían al finalizar, inclusive lo repetía la organizadora, que si a lo largo de la estancia en el Hospital tuviésemos dudas o inseguridades, ellos estarían a disposición para ayudarnos. Fue muy cálida siempre la oferta. 

Lo necesitábamos. Lo agradecimos. Fue muy importante para nosotros. Yo no, pero Clau pudo asistir a todas y cada una de las charlas. No era la solución definitiva a la información que necesitábamos. En algunos casos ni siquiera sabíamos que había cosas que necesitábamos conocer. Pero sí, había sido la puerta de entrada a cómo encarar la vida del lesionado y el entorno más cercano.

Yo pude resolver situaciones concretas de la vida cotidiana sólo por haber seguido algunos parámetros o simplemente los consejos de las charlas.

Lo que más nos llamó la atención fue la escasa, y a veces casi nula, participación de la gente. Familiares y cuidadores muy pocos. Pacientes, casi ninguno. A veces eran más los expositores que la audición. No se si la difusión fue la correcta. No se si estas charlas se encaran como una rutina. O simplemente a la mayoría no le interesa. Particularmente no lo entiendo.

Fue muy llamativo algo que me ocurrió posteriormente. Me estaban haciendo un estudio, no voy a particularizar la rama médica que era. Charlábamos con el doctor sobre la desinformación general del paciente y particularmente sobre la  poca relevancia que se le daba a esta área concreta. Yo le comento que en estas charlas se hablaba de su trabajo y la importancia sobre todo en lo que respecta al diagnóstico en la lesión medular. Él, que era uno de los que llevaban adelante esta división, no sabía la existencia de este curso y menos del contenido sobre qué es lo que se decía ahí. Me pareció muy llamativo.

De todas formas, creo que estas charlas son fundamentales para el lesionado y para su entorno. No se si la palabra es obligatoriedad pero deberían, por lo menos, estar incluidas en el proceso de la rehabilitación de una u otra forma.

3 comentarios:

MªÁngeles dijo...

Estas Charlas se enmarcan dentro de lo que es la Educación Sanitaria en el Hospital y se titulan ."Qué debe saber sobre la l.m.". es verdad que la audiencia es escasísima y que en éstas como en algunas otras áreas del Hospital, como es el caso que me ocupa, la participación es muy escasa. En mi caso, estoy hablando del espacio reservado para el Programa de Terapia Familiar (Viernes de 11 a 12,30) con muy irregular participación (a veces han faltado sillas pero la mayor parte de las veces no se ocupan todas). Siempre asisten los más motivados, como a las charlas. Son esos familiares que lo "empapan" todo como si de un papel secante se tratara y salen muy preparados pero son los más los que no hay forma de motivarlos y prepararlos para afrontar, de la mejor manera, el cambio que se les avecina y el Alta, que siempre es difícil. ¿Será que algo estamos haciendo mal?

horacio novello dijo...

Quizá una falta sea la de ubicar al lesionado y a su entorno como la llegada a un mundo distinto al que se conocía.
Internamente generar una conciencia especial sobre lo que este público debe saber.
Y sobre todo involucrar a todo el personal. No solo invitándolo a contribuir, como hasta ahora, sino también "formándolo" a formar.

Pero es evidente que los pacientes somos muy responsables por la poca importancia que le damos.

MªÁngeles dijo...

Tomaré nota de tus observaciones, siempre estamos aprendiendo.
El caso es que creo que a veces pacientes y familiares tardan en ver lá utilidad o el beneficio de aquéllo que se les ofrece porque al ingreso se les bombardea con demasiadas cosas y las cosas llevan su tiempo y el ser consciente también. Creo que en parte se debe a las expectativas que se mantienen casi hasta el final porque asumir cambios de tal envergadura es difícil y la identificación con la nueva situación no lo es menos.