viernes, 2 de diciembre de 2011

A manera de comienzo

Cuando era chico veía las sillas de ruedas como aparatos metálicos, cromados y llenos de misterio. Sabía que servían para que los "paralíticos" pudieran desplazarse. No podía imaginarme a un "enfermo" sin su silla. En la cama, en el baño y en cualquier otra situación. Me daban un poco de resquemor y las relacionaba inexorablemente con la palabra poliomielitis.

Cuando crecí ya no las vi mas.

Ahora las veo de distinta manera. Lógicamente.
Muchos compañeros en el Hospital me las hacían ver como si fueran un coche. Deportivas, de carbono, de titanio. Con lucecitas. Con ruedas de equis cantidad de rayos. Marcas y distintos modelos.
También la visión del personal técnico. Bajas, con eje atrasado para más estabilidad. Anchura suficiente como para no generar escaras.

En realidad y ahora que lo pienso, todavía no se muy bien cómo las veo. Si como una silla o en realidad es un sillón. Si es un medio o un fin. Si tiene que ser activa o pasiva. Si algo aparatoso para tener estabilidad o algo pequeño para tener más movilidad.
Debo reconocer que yo no me doy cuenta pero su uso causa cierto efecto en los demás. Disfruto de cierta impunidad cuando voy por la calle. La gente se aparta para no molestar.

Los nenitos me miran y pienso que quizá se imaginan que tengo poliomielitis y que me acuesto con la silla puesta. Los perros la ignoran. Los gatos se asustan cuando paso velozmente cerca de sus colas. Algunas mujeres me miran más que antes. Los mayores paran su marcha para dejar paso al pobrecito. Alguna vieja se santiguó velozmente cuando me cruzó. Los hombres no se... no suelo prestarles demasiada atención.


Hoy por hoy todavía no me acostumbro totalmente a usarla (hace poco de la lesión). Soy un poco torpe cuando tengo que hacer las transferencias. Me cuesta un poco subir cordones (bordillos) y otros accidentes geográficos urbanos. El primer día que me sentaron me emocioné. No por la resignación. La vi como compañera de destino y me reconcilié inmediatamente con ella.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Qué linda forma de comenzar el blog!.
Te felicito una vez más por tu buen afrontamiento y por sacar lo mejor de tu persona y tener esa admirable plasticidad. A pesar de tu corta trayectoria como L.M. parece que ya fueras veterano.
Te seguiré, no tengas la menor duda y espero que me sigas aportando. esa es la fuerza que me mueve a trabajar por vosotros y con vosotros. Con afecto, MªÁngeles